365 días. Estudié la sabiduría, me la encontraba siempre que Dios sabía que la necesitaba, pero la vida me sorprendió con una nueva lección en el camino, conocí la PACIENCIA. La paciencia guarda una relación estrecha con la calma y con la paz. La paciencia es la acompañante de la sabiduría, en eso se resume mi 2017.
Entender de la paciencia cuando caminas, corres y quieres volar, aprender que la respuesta con paciencia las encuentras pintadas en arte, prácticas la calma y la tranquilidad, es voltear a ver otro punto de vista que te hace respirar un aire diferente y te da fortaleza. Tener paciencia es aceptar el hecho de que el tiempo avanza a la velocidad del tiempo y no a la de nuestras expectativas.

Agradezco un año de aprendizaje en mi vida y cada palabra que apareció en los libros que leí, ya tengo dos libros en mi buró el que me acompaña en mis momentos de paz y el otro con el que oro todas la mañanas dejando todo en manos de Dios. Agradezco mi hogar y a mi galán el perfecto complemento de mi vida, mi acompañante de sueños. Agradezco a mi familia por platicarme nuevas historias que van construyendo vidas. Agradezco las cosquillas que se me hacen en el estomago cada vez que diseño y cada vez que comienzo una nueva historia con mis clientes y mis vestidos. Agradezco tejer cuadritos un año más con personas que ayudan con el alma transmitiendo luz de la buena. Agradezco a las amistades que escucharon con el corazón y continúan escuchando y platicando con la transparencia que buscó. Agradezco lo nuevo de este año me encantó evolucionar, otra palabra clave de mi año, evolucionar con la gente, con la inspiración, con los colores, las texturas, los sabores, los paisajes. Así que mi 2017 entre paciencia y evolución ya estoy lista para mi 2018.

*Fotos [Una en el aire y otra por la tierra recordando el equilibrio.]